Groucho y su yo, fundidos aquí en uno solo, escribieron, como era inevitable suponer, un libro que sólo puede escribirse como?, bueno, indescriptible. También será inevitable, si el lector siente la curiosidad por saber a ciencia cierta quiénes y cómo son Groucho y el yo-de-Groucho, que compre y lea estas memorias muy particulares, porque nosotros tan sólo podremos adelantarle aquí que, aunque uno y otro sean de naturaleza profundamente similar, también son, paradójicamente, muy distintos. En tanto que Groucho, ese incómodo insumiso, entrometido, criticón e insolente mujeriego, dinamita la sociedad, siembra el absurdo y el desconcierto por doquier y no comprende cómo alguien puede pertenecer a un club del que él sea socio, el yo-de-Groucho no piensa sino en medrar y enriquecerse en esa misma sociedad que dice despreciar y se arrima a cualquiera con tal de que le introduzca en el club más selecto. Pero lo cierto es que los dos gozan por igual del don privilegiado de hacernos morir de risa?

En un memorable día de otoño de 1929, mientras banqueros y millonarios arruinados se tiraban por las ventanas de sus rascacielos, Groucho Marx puso punto final a este libro suyo. Inexplicablemente, una vez agotado, estuvo 46 años sin reeditarse. Al cumplir 85 años, Groucho dio una gran fiesta durante la cual se dejó fotografiar en su lecho para celebrar también la reaparición de Camas. Y es que, para Groucho, la cama siempre fue muy importante, hasta el punto de declararse un «monocamero» acérrimo, o sea fiel a un solo catre. Y en cuanto pudo llevar una vida más o menos sedentaria , convirtió su dormitorio en un auténtico santuario, y su cama, en altar. Su experiencia camera no podía dejar de plasmarse en un pequeño tratado para aficionados y entendidos, que les indicará cuáles son las ventajas de dormir solo, cómo evitar que otro individuo ocupe la propia cama, qué actividades pueden desarrollarse en esta pieza de mobiliario, qué pasó con algunas camas célebres, el origen de la palabra «cama» y en fin, todo lo que querían saber sobre la cama y no se atrevían a preguntar.

Groucho y yo, fundidos en uno solo, produjeron natural, inevitablemente e irremisiblemente un libro que sólo puede ser descrito como? bueno, indescriptible. Por lo tanto, también es inevitable, el lector deberá gastar su dinerito para saber a ciencia cierta quiénes y cómo son Groucho y el yo de Groucho. Comprobará que hay la persona y el actor y que, aunque no opuestos, son muy distintos. En tanto el actor dinamita la sociedad y siembra el absurdo la persona no desea más que prosperar y hacerse rico dentro de esa sociedad.

"Año más, año menos, nací por los alrededores del cambio del siglo. No voy a decir qué siglo. Cada uno puede hacer sus conjeturas." Más de treinta años después de su publicación, las memorias del cínico, entrometido, criticón, caústico y mujeriego Groucho siguen siendo una lectura irrepetiblemente hilarante. Su carrera teatral y cinematográfica ("a costa de grandes esfuerzos, he conseguido llegar de la nada a la más absoluta miseria") marca el hilo de la narración, pero Groucho se sale del esquema memorialístico habitual para contar anécdotas como si lanzase vitriolo o para arremeter contra media humanidad: los críticos de teatro, los médicos, las guerras, los buenos modales, los fatuos, los mitos de Hollywood... y hasta él mismo. Se reedita ahora en la colección de bolsillo de Tusquets.

«Groucho y su yo, fundidos aquí en uno solo, escribieron, como era inevitable suponer, un libro que sólo puede escribirse como…, bueno, indescriptible. También será inevitable, si el lector siente la curiosidad por saber a ciencia cierta quiénes y cómo son Groucho y el yo-de-Groucho, que compre y lea estas memorias muy particulares, porque nosotros tan sólo podremos adelantarle aquí que, aunque uno y otro sean de naturaleza profundamente similar, también son, paradójicamente, muy distintos. En tanto que Groucho, ese incómodo insumiso, entrometido, criticón e insolente mujeriego, dinamita la sociedad, siembra el absurdo y el desconcierto por doquier y no comprende cómo alguien puede pertenecer a un club del que él sea socio, el yo-de-Groucho no piensa sino en medrar y enriquecerse en esa misma sociedad que dice despreciar y se arrima a cualquiera con tal de que le introduzca en el club más selecto. Pero lo cierto es que los dos gozan por igual del don privilegiado de hacernos morir de risa…»

"Año más, año menos, nací por los alrededores del cambio del siglo. No voy a decir qué siglo. Cada uno puede hacer sus conjeturas." Más de veinte años después de su publicación, las memorias del cínico, entrometido, criticón, caústico y mujeriego Groucho siguen siendo una lectura irrepetiblemente hilarante. Su carrera teatral y cinematográfica ("a costa de grandes esfuerzos, he conseguido llegar de la nada a la más absoluta miseria") marca el hilo de la narración, pero Groucho se sale del esquema memorialístico habitual para contar anécdotas como si lanzase vitriolo o para arremeter contra media humanidad: los críticos de teatro, los médicos, las guerras, los buenos modales, los fatuos, los mitos de Hollywood... y hasta él mismo. Se reedita ahora en la colección de bolsillo de Tusquets.